Cada mañana, muchos de nosotros nos despertamos con nuevos sueños, hace unos días soñamos con que era posible cumplir un sueño que no era nuestro.
Al consultarles a las madres del barrio Las dalias cuáles eran sus necesidades nos dijeron que lo que deseaban era una guardería, para poder dejar a sus hijos al cuidado de alguien mientras ellas salía a trabajar, pues no era su intención que nadie les regalara el dinero para alimentar a sus hijos sino que querían ser ellas mismas quienes lo consiguieran. A partir de esa conversación, de esa idea, nosotros buscamos armar un proyecto para poder cumplir ese sueño.
La idea parecía muy complicada, pero luego de hacer el proyecto pusimos manos a la obra, comenzamos por contactar a una arquitecta que nos asesoró acerca de cuáles eran los materiales y la manera para poder construir una guardería, tarea que como dije antes no parecía fácil.
El paso que seguía era conseguir el dinero para poder hacer este sueño tangible, para esta parte del proyecto contamos con la ayuda de algunas personalidades que prestaron su imagen para esta campaña. Con los spots de Rene del grupo Calle 13 y los hermanos Weibaum, pensamos en pedir una colaboración a todas aquellas personas que quisieran formar parte de este sueño. Pensamos en algo sencillo y que permitiera a mucha gente colaborar y con un aporte no tan grande pero de mucha gente construir la guardería. La idea fue vender calcos con el valor simbólico de un ladrillo y con ese aporte conseguir el dinero necesario para comprar los materiales.
El jueves 29 de noviembre luego de realizar las alcancías para recaudar el dinero nos dirigimos rumbo a la peatonal San Martín y la calle Güemes, en ambos puntos al mismo tiempo, dos grupos de Jóvenes Solidarios vendimos calcos con el objetivo de cumplir este sueño, el trabajo sólo comenzó allí pues la campaña aún continúa y día a día seguimos recorriendo distintos lugares de la ciudad y distintos eventos para seguir recaudando fondos para construir la guardería.
Soñar es el motor de esta campaña y saber que un sueño puede hacerse realidad lo que nos mueve día a día a seguir adelante.
Gracias a todos los que colaboraron y lo siguen haciendo para que de la mano de un puñado de jóvenes soñadores cientos de chicos tengan la posibilidad de estar en un lugar digno mientras sus madres salen a trabajar.
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